Mademoiselle Chanel: de Gabrielle a Coco

Moulins (Francia), 1905. Aunque ahora nos extrañe por la trayectoria que le conocemos y el legado que ha dejado en el mundo de la moda, en esa época la joven Gabrielle Chanel deseaba fervientemente convertirse en una exitosa cantante de cafetín.

A diferencia de los cafés concierto parisienses, en las provincias todavía pervivían ciertas canciones y tradiciones. Así, en los locales de Moulins se podía ver a las poseuses: muchachas figurantes sentadas en semicírculo en torno a la vedette. Su objetivo era crear la ilusión de un salón, dar buen tono al establecimiento y entretener a los clientes en los descansos. Cuando el escenario se quedaba vacío, se levantaban y entonaban por turnos una cancioncilla. Sin embargo, apenas se les prestaba atención.

En este ambiente debutó como poseuse Gabrielle, concretamente en la Rotonde. Era la favorita de los habituales y enseguida la ovacionaban. Se sabía dos canciones. La primera comenzaba con un cuplé de Ko Ko Ri Ko, una onomatopeya del sonido del gallo. La segunda se llamaba ‘Qui qu’a vu Coco dans l’Trocadero?’ (‘¿Quién ha visto a Coco en el Trocadero?). El público la adoraba y, para reclamarle un bis, se limitaban a repetir las dos sílabas de la palabra que ambos estribillos tenían en común: “¡Coco! ¡Coco!”. Y noche tras noche…el nombre se le quedó.

¿Conocíais el origen del apodo de Coco Chanel?

Fuente: CHARLES-ROUX Edmonde, 1974, Descubriendo a Coco, Lumen

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