Reflexiones pre-navideñas

Como ya se encargan de recordarnos las luces en las calles, El Corte Inglés y Ferrero Rocher, la Navidad está a la vuelta de la esquina, lo que significa que es tiempo de empezar a pensar en los regalos que queremos ofrecer y recibir.

Mucha gente critica el consumismo abusivo que se apodera de nosotros en estas fechas tan señaladas, pero yo no lo veo así. Para mí, hacer y recibir regalos en Navidad es una muestra de cariño hacia nuestros seres queridos. Ya sé que no debería ser necesario esperar hasta este período para demostrar nuestro afecto a los más allegados, pero toda la ceremonia de comprar los regalos, depositarlos debajo del árbol de Navidad y abrirlos nada más despertarse por la mañana forma parte de una tradición. Y es importante conservar las buenas costumbres.

Así que yo ya he empezado a comprar detalles para mi familia y amigos. Puede que os parezca pronto, pero quiero aprovechar el mes que me queda en Lyon para regalarles algo más original o, por lo menos, más francés. Además, como aquí no celebran los Reyes Magos sino que se dan los obsequios por Papá Noel, las tiendas ya están preciosas, todas decoradas con motivos navideños que incitan al viandante a entrar en ellas...

No obstante, al igual que me entusiasma comprar regalos para los demás, me gusta también recibirlos. ¿Y cuál es la mejor forma de conseguir que te regalen algo que te gusta? Escribir una carta a los Reyes Magos.

* Nota de la autora: aquí estaba incluida una lista de deseos que hice con motivo de un concurso de Shopalike, pero me han pedido desde la organización que la retire, así que la elimino.

Fotos: Google Imágenes