¿No habéis notado cómo de un tiempo a esta parte todos los blogs y páginas sobre moda y tendencias se han llenado de fotografías de diferentes delicatessen culinarias dulces? Macarons, cupcakes, caramelos, croissants, tazas de café (latte o macchiato, por supuesto)... No hay fashionista que se precie que no se haya retratado al menos una vez en una pastelería, salón de té, cafetería o similar. Y es que lo dulce está de moda.
En el mundo de la moda, hay dos clases de personas: las que crean las tendencias y las que las siguen. Aunque ahora esto está cambiando un poco gracias a fenómenos como el streetstyle y los blogs, todavía son los medios de comunicación los que dictan lo que se lleva y lo que no. Por eso nos influye tanto que Blair Waldorf y Serena van der Woodsen -protagonistas de Gossip Girl- lleven tal o cual bolso o que Franca Sozzani -editora de Vogue Italia- opine lo que sea sobre el tema que sea.
De esta forma, el origen de la tendencia de lo dulce se remonta a finales de los años 90 cuando empezó a emitirse una famosa serie de televisión protagonizada por cuatro amigas residentes en Manhattan (Nueva York): Sex and the City. Una de las localizaciones habituales de la serie era la pastelería Magnolia Bakery, famosa por sus cupcakes. Por aquel entonces, pocos españoles sabían lo que eran esos pastelitos, pero los que veían esta serie intuían que debía de ser algo de lo más cool.
Y así, casi sin querer, todas nos hemos hecho adictas a los cupcakes. ¿Pero realmente nos gustan o solo nos atrae su forma y lo que representan (lujo, Nueva York, moda...)?
Lo mismo ocurre con los macarons. Este dulce, oriundo de Italia y adoptado por Francia durante el Renacimiento, lleva ya unos años en lo más alto del mundo de la moda. ¿A qué se debe esta internacionalización? A que son ideales –además de buenísimos-. En la actualidad, una visita obligada si se va a París es Ladurée, la pastelería-salón de té que hace los mejores –y más caros- macarons de la capital gala. Tanto es así que las filas para acceder a su establecimiento en los Champs Elysées son inmensas.
En la expansión de los macarons también ha influido la televisión. La película que los encumbró fue María Antonieta, de Sofía Coppola, en la que vemos cómo la joven y exquisita monarca –Kirsten Dunst- los come sin parar durante una secuencia.
Otras de las aficionadas a los macarons son las chicas de Gossip Girl, dignas herederas de Sarah Jessica Parker y sus amigas. Cuando Blair está deprimida, come macarons mientras se sumerge un relajante baño de espuma. De nuevo, la asociación entre estos dulces y el lujo…
Por ello, no es de extrañar que a las egobloggers les guste fotografiarse comiendo cupcakes y macarons, que haya blogs dedicados exclusivamente a los cupcakes, que algunos de los más conocidos blogs de moda les dediquen entradas o que todo blog estéticamente cuidado utilice imágenes de esta clase de postres.
Sweet is in fashion this year, girls.
XOXO
¿Qué opináis de esta tendencia: realmente gustan o se comen sólo por aparentar?
¡Feliz jueves!
Fotos: Attitude at Rome, La Petite Nymphéa, Google
PD. La página web Calzado Mujer me ha realizado una pequeña entrevista que podéis leer aquí. Espero que os guste. ¡Muchas gracias al equipo de Calzado Mujer!