La moda del lifestyle

Foto: Zara Pictures

Si volviera a empezar en el mundo de los blogs, no abriría uno de moda. Está muy pasado de moda, si me permitís la redundancia.

Si volviera a empezar, abriría un blog de...

... lifestyle.

Foto: Angi Welsch para Madewell

En general, bajo la etiqueta lifestyle o estilo de vida (vamos a dejarnos de tantos anglicismos), las revistas engloban contenidos tan variados y dispares como crónicas de viajes, propuestas gastronómicas, planes de ocio, alternativas para salir de la rutina y todos esos pequeños placeres que marcan la diferencia entre un día "normal" y un día en el que se es consciente de las cosas que de verdad importan.

Ser capaces de asombrarnos ante el mundo que nos rodea como cuando éramos niños, re-aprender a disfrutar de los pequeños placeres de la vida, descubrir detalles que de normal pasarían desapercibidos, saborear una comida entre amigos o con la familia como si fuera la última o apreciar como se merecen esos escasos ratos que dedicamos a hacer aquello que más nos gusta. Todo eso es lifestyle.

Y todo eso es lo que ahora vende.

Foto: Zara Pictures

Ya hace unos años que revistas como la estadounidense Kinfolk hablan de encuentros en torno a la mesa, contribuyendo a poner de moda un estilo de vida slow que celebra los pequeños placeres del día a día. En torno a ellas han surgido también iniciativas como cenas y talleres que reúnen a personas con inquietudes similares, gente que aún se emociona con las pequeñas grandes cosas de la vida. Sé que en España estos talleres los llevan las Hermanas Arcë, y que han hecho algunos en los que han aprendido a preparar mermeladas caseras o a hacer coronas de flores.

Similar a Kinfolk es la inglesa Cereal, una publicación trimestral de viajes y lifestyle que, según explica Anna (yo esta aún no la he leído), cuenta con "artículos de destinos de viaje; pero no como en una guía, no, te sorprenderán con una librería, un edificio concreto o un paisaje, algo que, por lo que sea, tiene un valor especial, diferente, y ha cautivado al autor". Me parece curioso que ambas, además, se editen desde dos ciudades que no son las capitales de sus respectivos países, Kinfolk en Portland y Cereal en Bristol, dando importancia a la vida más allá del mundanal ruido de la gran ciudad.

Los blogs americanos también se han sumado a esta moda del lifestyle, y son habituales las webs en las que chicas y chicos fotografían y comparten su día a día. No solo la ropa que llevan, sino qué hacen, a dónde viajan, cómo viven. Lo hacen de tal modo que te dan ganas de ser aventurera, de viajar más, de ponerte a cocinar y a organizar una cena a base de queso, higos y vino. Ejemplos de blogs de este tipo son Treasures & Travels o Hazel & Pine.

Foto: Zara Pictures

Yo no soy cool hunter ni nada por el estilo, pero sí soy observadora. Y lo que he observado es que todo este movimiento en pro de lo sencillo, lo tradicional, lo simple, se ha trasladado a parcelas más comerciales de nuestro día a día, entre ellas la moda.

En mi caso, para que actualmente una marca que acabo de conocer me llame la atención y pase en su web más de 30 segundos, su lookbook tiene que venderme un estilo de vida al que yo quiera sumarme. Tiene que transmitirme que esa ropa va a hacerme feliz, que si me visto con ella voy a viajar, a conocer mundo, a pasármelo bien con mis amigos, a conquistar a ese chico que me vuelve loca.

Sin entrar a analizar el peligro que conlleva la idealización de las vidas Pinterest (ya os recomendé en su día este post de My Little Pleaschhures sobre el tema), lo cierto es que vender estilo de vida es la tendencia que siguen ahora las firmas low cost. Marcas como Zara, Madewell, Free People o Anthropologie ya están basando su estrategia de ventas en este marketing aspiracional que nos vende algo que todos deseamos: vivir la vida de modelos, blogueras y demás socialités.

En esto las firmas americanas son especialistas. Además de unos lookbooks impresionantes con fotos tomadas en lugares que para las clientas son destinos soñados (en su con irse a París es más que suficiente), muchas de ellas cuentan con blogs de moda, belleza y estilo de vida que aportan ese plus que muchas veces nos hace falta a la hora de decidirnos por comprar o no un producto. Y además de blogs con contenidos de calidad y actualizados (a mí el de Madewell, sin ir más lejos, me gusta bastante), casi todas ellas tienen Tumblr y Pinterest, ya que es la forma más rápida y visual de llegar al público interesado en el lifestyle que proponen.

Foto: Zara Pictures

En España, Zara también se ha sumado a la moda del lifestyle con su Zara Pictures. Por si alguien no sabe de lo que hablo, Zara Pictures es la campaña de publicidad que cada temporada hace el buque insignia de Inditex y que está protagonizada por gente influyente en el mundo de la moda. La última, por ejemplo, muestra a mujeres como Garance Doré (¿a quién no le gusta?), Carlota Oddi, Janice Alida o Langley Fox disfrutando de su día a día... con ropa de Zara.

Son imágenes fácilmente compartibles vía redes sociales y no solo "compartibles" en contextos de moda, sino también al hablar de estilo de vida. Personalmente, veo a Carlota Oddi en su habitación sentada en el suelo, tranquila, segura de sí misma, y pienso que yo también quiero eso para mí. Puedo identificarme con ella y, por lo tanto, tengo más posibilidades de comprar lo que me está vendiendo (yo es que además soy muy fácil de convencer ;), cosa que probablemente no me pasaría si Zara se limitara a enseñarme su prenda sin ofrecerme nada a lo que quiera aspirar.

¿La conclusión de todo esto? El estilo de vida vende. Mucho. Cada vez más. Y como consumidores debemos ser conscientes de ello.

Foto: Zara Pictures

¿Os dejáis influir por blogs y lookbooks de marcas o sois fuertes? Me encantaría que me contarais vuestra opinión. Yo soy débil, ya os lo digo. :)

PD. La moda de lo dulce, bebés en las editoriales de moda y la tendencia a la candidez en las revistas.