Dos semanas

Foto: Blanca Padilla, por Quentin de Briey

¡He vuelto! Por si tenéis curiosidad, esto es lo que he hecho durante estas dos semanas de desconexión bloguera...

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He viajado. He cumplido mi propósito anual de visitar un sitio por primera vez. He estado en tres países diferentes en quince días. Me he reído como hacía mucho tiempo. He pasado algo de miedo (lo justo cuando una se va de aventura). He pasado un frío solo comparable al de Ginebra hace cuatro años. He cruzado un puente que daba mucho yuyu y he hecho de montañera ataviada con botas de ciudad. He comido el schnitzel más grande del mundo, y me lo he terminado yo solita. He estado en el castillo de la Bella y la Bestia (o a mí me lo ha parecido, al menos). He comido en un monasterio rodeada de austriacos vestidos con trajes regionales combinados con cazadoras de cuero o abrigos de plumas. He probado la tarta Sacher original (y no hay comparación con las imitaciones que hacen por aquí).

He aprobado el Advanced. He devorado, de una sentada, La sal de la vida, de Anna Gavalda, y he querido muy mucho hacer una escapada improvisada con mis hermanas y crear una lista en Spotify con todas las canciones que se mencionan al final del libro. He comprado el Vogue más bonito de los últimos meses y la Elle con la mejor portada de la historia. He entrado en una tienda física de & Other Stories (que no sé por qué pero me hacía muchísima ilusión) y he comprado todo un arsenal de cremas de manos con olor a limón. He vuelto al Mercado de Las Armas. He pasado todo un fin de semana sin abrir un libro de texto. He acumulado anécdotas para reír hasta hartarme cada vez que las recuerde. Y he actualizado el blog, que ya tocaba.

¿Vosotros qué habéis hecho estos días? ¿Qué tal las vacaciones de Semana Santa?

PD. Otro mes de mi vida, una semana, un finde y un verano.