Reconozco que, en lo que a ropa se refiere, primavera y verano son, de lejos, mis estaciones del año preferidas.
Vestidos sin medias, camisas holgadas, monos, alpargatas, sandalias, pantalones ligeros.
Azules, blancos, corales, rosas, verdes.
Ropa cómoda y bonita que se ve. Porque el principal problema que le veo yo al invierno es que da igual lo que te curres el modelito, ¡al final solo te lo ven puesto aquellos con los que estás en el interior! (Esto es una tontada como una casa, pero siempre se me viene a la cabeza en enero cuando me planto un abrigo encima de lo que llevo).
Por si tenéis curiosidad o necesitáis inspiración, esto es lo que no me he quitado en toda la primavera.