Foto: A pair & A spare
Una de las cosas que más me gusta de las vacaciones de verano es que tengo total libertad para ponerme la ropa que me gusta, sea demasiado corta, demasiado larga, demasiado roja o demasiado azul. Sean sandalias o zapatillas, alpargatas o chanclas. Y por eso aprovecho para usar todos mis pantalones cortos, los petos, mis camisetas preferidas y las zapatillas que llevo desgastando año tras año en las fiestas del pueblo.
En este verano de 2015, esto es todo lo que no me he quitado...
Vía Studded Rose
No me he quitado mi peto vaquero, que he llevado con camisetas marineras, con camisetas blancas, con una camiseta azul marino de tirantes... Vamos, con todo. Y en los pies con alpargatas o con zapatillas.
Vía Nature
Tampoco me he quitado unos shorts vaqueros de Levi's que me cortó mi madre el año pasado porque se habían quedado algo desfasados. Cortarlos fue una gran idea y conmigo se han venido de viaje tanto a Asturias como a Portugal.
Con lo que más me los he puesto ha sido con blusas y camisetas blancas. De hecho, me he dado cuenta de que, desde hace como dos años, prácticamente voy a diario con algo blanco o azul marino encima. Son básicos que quedan bien siempre y que te solucionan la papeleta sin tener que pensar demasiado.
En los pies, como os he comentado, o iba con mis alpargatas azules de Mint & Rose (que llevan ya dos veranos conmigo y lo que les queda) o con unas Superga en color crudo que compré en julio y que han sido mis fieles compañeras para soportar las cuestas portuguesas, tan decadentes, tan llenas de adoquines y tan impracticables con sandalias planas.
En el pelo he llevado mucho el típico pañuelo bandana que tenía abandonado en el armario desde hacía tiempo y que no había usado en años. Se lo vi a algunas chicas en Instagram y pensé que quedaba muy mono y que era perfecto para disimular esos días en los que no llevamos el pelo demasiado bien. Por si os interesa, aquí tenéis un tutorial genial para aprender a atarse un pañuelo a la cabeza con mucho estilo.
Por último, lo que tampoco me he quitado desde que lo recibí a finales de julio ha sido este reloj de madera de Jord Watches, que cruzó el Atlántico en avión dispuesto a no abandonar nunca mi muñeca izquierda. Y de momento así ha sido. Me encanta porque es de un color marrón chocolate precioso, se nota que es un reloj de calidad y, además de marcar la hora perfectamente, también indica el día en el que se vive, algo que me ha sido especialmente útil en vacaciones, ya que yo soy de las que cuando no trabajan no tienen ni idea de qué día es. :)
Por si tenéis curiosidad, el que yo tengo es el modelo Ely Dark Sandalwood, y también me parecen preciosos el Fieldcrest Maple y el Pujols Foundation. Aquí podéis cotillear todos los modelos que tienen y averiguar algo más de esta firma americana que viene pisando fuerte. ¡Ah! Y los gastos de envío son gratis a todo el mundo.
¿Qué es lo que no os habéis quitado en vacaciones? ¿Tenéis alguna prenda que os encanta y que usáis siempre que podéis? Yo aquí nombraría las Converse, que me pongo cada año se lleven o no.
(Este post está escrito en colaboración con Jord Watches, una firma americana de relojes de madera hechos a mano en Saint Louis, Missouri (Estados Unidos), con madera natural de China. Ellos dicen que sus relojes cuentan historias y creen que el valor de un reloj no se mide en que sea capaz de contar el tiempo que ha pasado, sino en que nos ayude a hacer que el tiempo cuente. A mí me parece una reflexión muy interesante. Y, parafraseando a mi querida Joanna, gracias por ayudar a las marcas que hacen posible que este blog siga avanzando).
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