Reiniciando diciembre

Foto de Sarah Vickers

Ayer, cuando volvía en el ave después de pasar todo el finde fuera, pensaba en lo bien que sienta de vez en cuando cambiar de aires. Meter cuatro cosas en la maleta, comprar un billete de tren y salir de tu ciudad y de tu zona de comfort durante un par de días.

A mí, en concreto, este fin de semana improvisado me ha venido de maravilla. Después de una semana bastante horrible y un puente que no pasará a la historia como el mejor de mi vida, marcharme lejos, al sur, aunque solo hayan sido dos días, ha sido lo mejor que pude hacer. Me ha ayudado a desconectar, a relativizar las cosas y a volver a centrarme en lo que realmente quiero. Incluso he vuelto con el firme propósito de dejar de lado alguna carga, si lo pienso bien innecesaria, para dejar más tiempo a aquello que me aporta cosas buenas y a lo que me gusta hacer.

He vuelto con ganas de dedicar tiempo a lo que realmente lo merece, de no malgastarlo en cosas que, vistas con perspectiva, no son tan importantes, de escribir aquí más a menudo y de encender el modo Navidad.

Hola, diciembre. :)

Espero que hayáis pasado un gran finde y os deseo muy buena semana.

pd 1. He estado en Sevilla, por si queréis cotillear (sé que sí, pillines!), y me he vuelto a enamorar. Porque sigue igual de bonita que el verano pasado pero sin calor, con naranjas en los naranjos y llena de Navidad. Descubrimiento gastronómico para apuntar: el Mercado Lonja del Barranco.

pd 2. Otro diciembre de mi vida.