Foto: Lauren Bullen
Viajar es dormir en camas pequeñas y tener que usar baños diminutos. Viajar es un televisor viejo y una conexión a Internet lenta. Viajar es mantener conversaciones extraordinarias con gente la mar de corriente. Es descubrir que camareros, caseros y trabajadores de gasolineras pueden ser las personas más interesantes del mundo. Es toparse con iglesias cautivadoras que te invitan a entrar. Es McDonald’s siendo un lujo. Es darte cuenta de que a lo mejor has nacido en el país equivocado.
Viajar es una sonrisa que lleva a una conversación en un inglés improvisado. Es la epifanía de que las chicas bonitas sonríen igual en todas las partes del mundo. Viajar es dejar propinas del 10% y sentirte bien acogido por ello. Viajar es llevar la misma camiseta blanca día tras día. Viajar es sexo con acento extranjero después de una buena botella de vino y demasiados cigarrillos sin filtrar. Viajar es desplazarse en la parte trasera de un autobús con extraños que no paran de reírse por cualquier tontería. Es una calle llena de mochileros barbudos que estudian sus mapas con detenimiento. Viajar es desear un poquito más de lo que sea que eso fuera. Es compartir una botella de licor en un tren nocturno con un nuevo amigo. Es “A lo mejor no tengo que hacerlo así cuando vuelva a casa”.
Traducido y adaptado por mí a partir del texto de Nick Miller Isn’t It Pretty to Think So?
Y para ti, ¿qué es viajar?