Hace unos días, recibí un whatsapp de mi amiga Bea en el que me decía que en agosto se irá unos días a Lyon (¡a mi Lyon!) para ver a una amiga suya que está pasando unos meses allí. Me escribía para que le recomendara cosas: monumentos, sitios que ver, dónde comer... A mí me pilló en pleno catarrazo veraniego (sí, estas cosas pasan), y le dije que en cuanto me recuperara le hacía una lista. Un par de días después, Virginia me escribió por Instagram para pedirme exactamente lo mismo. Demasiada casualidad, pensé. Creo que el universo quiere que escriba por fin, cinco años después, una guía de todo lo que descubrí cuando viví en Lyon y con lo que me reencontré hace unos meses cuando volví.
Así que aquí va: una guía de Lyon, esa ciudad que me robó el corazón hace unos años y que siempre ocupará un lugar muy especial en mi vida. He intentado recopilar todos los sitios que merecen la pena, pero esta, más que otras guías que he escrito, es una guía personal, porque en ella os voy a hablar de todos los sitios que a mí me hicieron especialmente feliz y que por eso recuerdo con tanto cariño. Precisamente por eso, seguro que paso por alto restaurantes de calidad (yo era Erasmus, no tenía dinero) o ciertas tiendas (insertad aquí el mismo paréntesis de antes), pero no leeréis nada que no haya vivido, paseado o memorizado hasta la saciedad. Y eso es lo que la hace tan personal.
Sentimentalismos aparte (y ya me dejo de tanto rollo introductorio), Lyon es una ciudad que merece mucho la pena. Considerada la capital gastronómica de Francia, prácticamente todo el centro de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad, y tiene un tamaño perfecto para recorrerla en un fin de semana o en un puente largo.
Sin más dilaciones, os dejo con mi guía de Lyon, en la que os hablo de todos los sitios y monumentos que tenéis que ver, os doy algunas ideas de excursiones por la zona y os cuento cuál es la calle de la Presqu'Île en la que mejor se come de todo Lyon...
Vistas del Ródano desde el Puente de la Guillotière
CÓMO ES LYON
El centro de Lyon, lo que está clasificado como Patrimonio de la Humanidad, lo componen cuatro zonas: el Vieux Lyon, que es el barrio medieval y renacentista, situado a orillas del río Saona, al pie de la colina de Fourvière; la Croix-Rousse, que es otra colina de la ciudad, esta en la misma Presqu'Île; la colina de Fourvière, donde se encuentra el Teatro Romano y también la preciosa basílica Notre-Dame de Fourvière; y la Presqu'Île, el auténtico centro de Lyon en la actualidad, así llamada porque es casi una isla, ya que está rodeada por los ríos Ródano y Saona pero al mismo tiempo unida al resto de la ciudad por la Croix-Rousse.
Al otro lado del Ródano están los arrondissements (distritos) donde vive la mayoría de la gente: la Part-Dieu, Guillotière, Gerland, Brotteaux, las universidades, etc. Para cruzar, hay muchísimos puentes, y realmente merece la pena cruzarlos al menos una vez para admirar el Ródano en todo su esplendor.
Basílica de Notre-Dame de Fourvière
QUÉ VER
¿Por dónde empezar a recorrer una ciudad en la que 427 hectáreas (o sea, 427 campos de fútbol) están clasificadas como Patrimonio Mundial de la Humanidad? Todo depende de dónde os alojéis. Yo aquí poco puedo ayudaros pero, si os sirve, la última vez que fui me quedé en los Appart'City Lyon Part-Dieu Garibaldi. Los elegí porque están en la zona que yo más controlo (porque es por donde estaba mi residencia cuando viví allí) y porque, aun sin estar en pleno centro, están a solo tres paradas de metro de la place Bellecour.
Tanto si os alojáis en la Presqu'Île como en alguno de los barrios al otro lado, os recomiendo que, al menos una vez, crucéis por cualquiera de los puentes, os detengáis un momento en el medio, miréis el Ródano y os dejéis llevar. Es una sensación genial.
Ya en la Presqu'Île, no os podéis perder la place Bellecour, corazón de la Presqu'Île, centro neurálgico de Lyon y una de las plazas peatonales más grandes de Europa. Desde Bellecour mirando a Fourvière, a la izquierda está la Rue Victor Hugo, que desemboca en la encantadora plaza de Perrache. Si seguís más hacia la izquierda, llegaréis a la Confluence, una zona que se ha puesto muy de moda ahora, pero que yo apenas conozco porque hace cinco años aún no estaba construida.
Desde Bellecour hacia la derecha (hacia arriba), está la Rue de la République, en la que encontraréis todas las grandes cadenas de ropa y que es perfecta para pasear sin más objetivo que dar una vuelta por République. Subiendo por République os toparéis con el majestuoso edificio de la Cámara de Comercio e Industria de Lyon. Siguiendo hacia arriba llegaréis a la Ópera y al Hôtel de Ville.
Desde la plaza de la Ópera podéis acceder fácilmente a las larguísimas calles empinadas de la Croix-Rousse, en la que especialmente os recomiendo la Montée de la Grande-Côte, una de las calles más especiales de Lyon, llena de casitas medievales antiguas y ahora plagada de cafés cuquis y tiendas de artesanos de la ciudad.
Volviendo a la zona de la Ópera, la entrada del Hôtel de Ville está en la place des Terreaux, una plaza grande muy bonita en la que también se encuentra el Museo de Bellas Artes de Lyon. Os recomiendo que entréis a ver el claustro interior que da entrada a las colecciones. Tiene bancos para poder sentarse y es muy bonito (si vais al mediodía, veréis que muchos estudiantes y trabajadores se cogen su comida y se la comen allí dentro).
Iglesia de Saint-Nizier, en la Rue de Brest
Desde Terreaux parte hacia abajo, paralela a République, mi calle favorita de toda la ciudad: la Rue de Brest. No es la más majestuosa, ni la más antigua, ni en la que más tiempo pasé, pero es mi preferida. Tiene un encanto que la hace muy especial. En ella os toparéis con la preciosa iglesia de Saint-Nizier, ubicada en una replaceta en la que hay varias tiendas que me encantan: la librería Passages, una tienda de decoración cuyo nombre no recuerdo y la zapatería Stock 28, con zapatos a muy buen precio. Bajando un poco más están la Place des Jacobins, con otra fuente inmensa, y el Théâtre des Célestins, y ambos merecen la pena.
Una vez recorrida la Presqu'Île, cruzamos el Saona en dirección al Vieux Lyon. Lo mejor es cruzarlo por el puente que cae justo a la altura de Bellecour, que te lleva directo a la estación donde se coge el funicular para subir a Fourvière. Se puede subir andando perfectamente, pero si no queréis cansaros, el funicular es una buena opción (la subida es considerable). La basílica de Fourvière recuerda por fuera a la de Sacre-Coeur, en París, pero por dentro no tiene nada que ver. ¡Es mucho más bonita! En la colina de Fourvière están también los restos del Teatro Romano, que se adivina gigante... No hay que olvidar que Lyon fue la capital de las Galias, tenía gran importancia durante el Imperio Romano.
Desde allí, si se baja a pie, se vuelve al Vieux Lyon, concretamente a la zona de la iglesia de Saint-Georges. En el Vieux Lyon, no os podéis perder la catedral de Saint-Jean, pero se trata sobre todo de callejear por esas calles diminutas y admirar la arquitectura medieval que aún sobrevive, así como los famosos traboules, pasajes que atraviesan los patios interiores de varios edificios, permitiendo así pasar de una calle a otra cruzando el interior de la manzana.
Personalmente, os recomiendo recorrer el Vieux Lyon entero hasta el final, en la iglesia de Saint-Paul, para volver a cruzar a la Presqu'Île por la Passerelle Saint-Vincent, una de las más bonitas de la ciudad. Además, esa pasarela desemboca en un edificio que contiene uno de los múltiples trampantojos que existen en Lyon. Se llama le Fresque des Lyonnais, y está dedicado a lyoneses ilustres (Rue de la Martinière).
Vistas de la orilla del Saona desde la Passerelle Saint-Vincent
DÓNDE COMER
Como os he comentado antes, a Lyon se la conoce como la capital gastronómica de Francia (¡alberga más de 2.000 restaurantes!). La ciudad tiene una tradición culinaria muy especial, representada en los clásicos bouchons que pueblan el Vieux Lyon de especialidades como la quenelle, el saucisson brioché o la ensalada lyonesa.
Además de probar cualquiera de los bouchons del Vieux Lyon, que tienen mucho encanto por la zona en la que están situados, en la Presqu'Île la mejor calle para comer es la Rue Mercière. Está, literalmente, llena de restaurantes, desde el principio hasta el final. Yo he probado varios y todos me han gustado, así que no puedo recomendaros ninguno en particular. Por el día la calle es algo anodina, pero por la noche es preciosa porque se encienden las bombillitas de colores que cuelgan de un lado a otro, dotándola de un ambiente festivo muy acogedor más propio de un pueblo pequeño que de una gran urbe como es Lyon.
IR DE TIENDAS
Las mejores tiendas están en la Presqu'Île, concentradas en la Rue du Président Edouard Herriot, la Rue de la République y la Places des Jacobins. Tenéis todas las grandes cadenas internacionales (Inditex, H&M...), además de marcas francesas como Vanessa Bruno, Sandro o Maje.
Además, en la Croix-Rousse hay muchas tiendas vintage, y en el Vieux Lyon tenéis tiendas de recuerdos o de cosas curiosas.
En el Parque de la Tête d'Or
PARQUE DE LA TÊTE D'OR
Algo alejado del centro está el parque más importante de Lyon, el Parque de la Tête d'Or. Es uno de los más grandes de Francia y cuenta, entre otras cosas, con un jardín botánico, un lago y un zoo que se puede visitar libremente, además de con amplias explanadas de hierba para tomar un picnic o relajarse. A mí me encantaba ir a pasear allí para hacer algo de ejercicio o simplemente desconectar de la rutina. Si estáis más de dos días en la ciudad, yo me acercaría, os gustará mucho. (¡Y si vais con niños yo iría de cabeza al zoo!)
EXCURSIONES POR LOS ALREDEDORES
Si vuestra estancia en Lyon se va a prolongar más de 3 o 4 días, yo os recomendaría alguna escapada por la zona. Francia es un país precioso, y muy cerca de Lyon hay ciudades y pueblos con mucho encanto que bien merecen una visita. Entre ellos, yo recomendaría (principalmente por la cercanía) Grenoble, una ciudad pequeña al pie de los Alpes y a una hora escasa de Lyon. Se puede recorrer en un solo día, y a mí me gustó mucho.
También cerca está Ginebra, ya en Suiza, en la que yo pasé un frío de mil pares de narices pero que imagino que con el buen tiempo será más agradable y acogedora. Sin irnos demasiado lejos todavía, encontramos Annecy, conocida como la Venecia francesa por los canales que surcan el pueblo. ¡Es muy bonita! Y el lago es espectacular. Si vais en otoño, una excursión que también merece la pena es acercarse a los viñedos del Beaujolais, al norte de Lyon, para ver las viñas y degustar los famosos vinos de la región. Y como ciudad bonita, aunque está ya un poco más lejos, yo destacaría Dijon, la ciudad de la mostaza. Tiene un casco histórico lleno de casitas medievales que a mí me encantó.
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Aunque me parecía imposible, me he descubierto a mí misma escribiendo esta guía prácticamente de memoria, casi sin mirar Google Maps ni buscar los nombres de nada. Tengo Lyon grabada a fuego en mis recuerdos esenciales, tanto que probablemente tenga una isla de la personalidad propia en mi cerebro, de la que formen parte tanto la ciudad como esos grandes amigos que hice durante aquellos meses y que aún conservo, aunque no nos veamos ni hablemos a diario, así como todo lo que aprendí, las experiencias que viví y lo que crecí como persona.
Así que por favor os lo pido, si vais a Lyon y no os gusta u os deja indiferentes, no me lo digáis. ;)
PD 1. Sobra decir que cualquier duda personal que se os haya quedado en el tintero, podéis mandarme un email y os responderé encantada.
PD 2. Todo sobre Lyon.
De Francia sólo conozco Paris, estuve diez días y aun así no vi nada, me quedé con la sensación de q era poquísimo tiempo, así que tendré que volver viajar por toda Francia, adoro este país ;-) De hecho mi Erasmus iba a ser Marsella hasta que me recomendaron que no fuera y me eché para atrás, cosas del destino :-)
ResponderEliminarMe ha encantado tu post, Lyon forma parte de mi vida, nací ahí, pero tengo que reconocer que aunque me suenan todos los lugares que indicas no conozco esta maravillosa ciudad como me gustaría, sólo una escapada de un par de días...tengo que volver sí o sí.
ResponderEliminarMe ha encantado tu post, de hecho Lyon es una de mis ciudades pendientes y leyéndote me han entrado más ganas de ir! Me guardo el post :)
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