Obsesiones

Foto: Jeanne Damas

Durante un tiempo, fui mucho de obsesionarme con cosas. Un determinado peinado, un blog, una actriz, un color de uñas, un bolso. Ahora, afortunadamente para mi salud mental (y monetaria), me obsesiono menos. Podría decirse que, en ese aspecto, he madurado.

Sin embargo, esto no quiere decir que, de vez en cuando, no pueda sacarme algo de la cabeza durante días y días y, al final, tenga que darle salida de alguna forma (normalmente comprándolo, si es que se puede comprar).

Estas son algunas de las cosas (materiales e inmateriales) en las que ahora mismo no puedo dejar de pensar. (Además de en poner paréntesis cada dos líneas, parece ser).

Foto: @_marta_pa

Por lo pronto, desde que la semana pasada me llegó un pedido de JD Sports que contenía unas Adidas Superstar con las rayas en plateado, no puedo dejar de mirarlas (mis alumnas tampoco) ni de llevarlas a todas horas. Son bonitas, cómodas (la suela se adapta al pie como la seda) y quedan bien con todo. No sé cómo he sobrevivido sin ellas tanto tiempo.

Foto: Olivia Richardson (vía Into the gloss)

Además, por obra y gracia de Emma Watson y mi querida Maia, vivo sin vivir en mí de tanto leer opiniones y mirar precios y productos de belleza de RMS Beauty. Todo son buenas críticas para esta marca de belleza orgánica cuya creadora, Rose-Marie Swift, es una reputada maquilladora muy concienciada con la importancia de no utilizar según qué ingredientes tóxicos sobre nuestra piel. A mí me tientan su Living Luminizer, el Un Cover-up y su Lip2Cheek. Acabaré cayendo, lo sé. ¿Alguna recomendación?

Ewan McGregor y Mélanie Laurent en Beginners

En enero me propuse ver una película nueva cada semana, para no caer en ver las mismas pelis una y otra vez. Y llevo unas cuantas semanas consiguiéndolo, así que esa es otra de mis obsesiones actuales. Las últimas que he visto y me han gustado han sido Beginners, Una historia casi divertida y, por supuesto, La Bella y la Bestia, que ya he visto en el cine y me ha encantado muchísimo.

Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en Casablanca

Y siguiendo con el séptimo arte, he recuperado esa idea que tuve hace un par de años de ponerme al día con el cine antiguo. Y todo porque el protagonista de Atardecer en París, uno de los libros que estoy leyendo ahora, tiene un cine en el que proyecta este tipo de películas, y el libro está plagado de referencias a todas ellas que, debido a mi incultura cinematográfica, no siempre entiendo. A ver si esta Semana Santa, aprovechando las vacaciones, veo alguna. ¿Por cuál empiezo?

Y vosotras, ¿alguna obsesión que queráis compartir con la comunidad? ¡Confesad!

PD. Obsesiones pasadas.