Foto vía Tumblr ARDW
Justo ayer comentaba con mi amiga Elena que, como ambas estamos tan enganchadas a OT, nos pasamos las noches viendo vídeos de Amaia, Aitana y compañía en lugar de capítulos de todas esas series que nos gustan. Pero este retorno a mi adolescencia tiene un lado positivo, y es que ver vídeos cortos de chavales cantando, tocando el piano y la guitarra o sacándose puntos negros (gracias, Amaia y Roi, por ese gran momento) me deja también tiempo para leer un rato largo antes de dormir. Y por eso, entre noviembre y principios de enero, he leído todos estos libros...